Nuestras aves en invierno

Parte del territorio de Lagartera está incluido en una Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), por algo será… La verdad es que tenemos una variedad de paisaje, desde el berrocal al llano pasando por la dehesa, arroyos y zonas arbustivas, que propician que distintas especies se encuentren entre nosotros. Algunas de ellas en grave peligro de extinción y todas las especies, exceptuando las cinegéticas, están protegidas.

Somos unos privilegiados y a la vez unos inconscientes porque no nos damos cuenta del tesoro que tenemos… Para mí es frecuente encontrarme con gente que después de un paseo conmigo nombrando los pájaros que se cruzan por el camino comenten “¡qué suerte, todas las especies que hemos visto!” pero en realidad están siempre ahí, se pueden ver todos los días. Lo que pasa es que no solemos prestar atención, vamos pensando en otras cosas.

En este apartado os propongo ir conociendo alguna de las especies que se pueden ver, a veces incluso desde nuestra casa, o dando un pequeño paseo por el campo pendientes de lo que nos rodea.

Como sabéis algunas están todo el año con nosotros, otras prefieren el calor, como las siempre mencionadas golondrinas, y otras nos acompañan en invierno, vienen del norte donde las temperaturas son mucho más severas y para ellas nuestros inviernos son suaves.

Empezaremos por las que se pueden ver en esta época.

Las grullas (Grus grus) como ya se ha dicho aquí son una de ellas, llegan en otoño, cuando están maduras las bellotas, y nos dejan en primavera. Por el pueblo pasan volando, se las puede identificar perfectamente por el sonido que emiten, un característico trompeteo, y por su formación al volar en pequeños grupos haciendo una V, o un 1 como dicen por aquí, para ahorrar energía.

También se dejan ver comiendo bellotas en los encinares de la zona norte de nuestro territorio, hacia el pantano del Rosarito, incluso desde la carretera.

Es un verdadero espectáculo cuando se acercan al pantano para pasar la noche, donde se pueden juntar miles

Otra de las especies que pasan con nosotros el invierno, y que a mí me parecen una belleza, son las avefrías, (Vanellus vanellus) aquí se les llama “aguanieves”, sin duda haciendo referencia a la época del año en que se ven.

Es un pájaro de tamaño mediano, con el vientre blanco y las alas oscuras redondeadas. Tiene un vuelo lento fácil de seguir con unos prismáticos. Si damos un paseo por la zona de campo abierto hacia el norte, se las puede ver picoteando en el suelo. De cerca se puede observar que su plumaje es tornasol, es decir, que cambia con la luz emitiendo diferentes reflejos. Y en su cabeza tienen un gracioso penacho de plumas que las adorna.

También están los pequeñitos, que no son tan espectaculares, pero es una delicia pararse a observar sus rápidos “ir y venir” si tenemos ocasión. Uno de mis preferidos es el petirrojo (Erithacus rubecula), también muy fácil de identificar, pues como su nombre indica tiene una mancha en el pecho, que no es exactamente rojo, sino más bien naranja, pero no nos vamos a poner exquisitos…Y el dorso gris verdoso.

Es un pajarito muy inquieto que se esconde en las matas y arbustos. Emite un sonido metálico muy característico, (chip-chip-chip). Lo podemos ver en huertos, olivares, entre zarzas.

En otras zonas permanece todo el año.

Otro bastante común es el colirrojo tizón (Phoenicurus ochuros). Esta especie presenta dimorfismo sexual, es decir que la hembra y el macho son diferentes. Y como es frecuente entre los pájaros, los machos son mucho más llamativos: casi completamente negros con una pequeña mancha blanca en las alas, y cuándo levanta el vuelo, deja ver su cola, que como en el caso anterior no es roja, es de un color teja. La hembra es de un gris más apagado.

A veces se ven también en primavera-verano, aunque es más frecuente ahora, en parques, huertos, olivares…. Yo tengo la suerte de poder ver una pareja desde mi ventana cuando vienen a picotear al jardín de mi vecino…

Si alguna vez paseando os habéis encontrado con un pajarito muy pequeño, de plumaje verdoso, posado en los alambres del camino y que al acercaros se adelanta un poquito y que parece que os quisiera acompañar, estáis viendo un mosquitero común (Phylloscopus collybita). Ese comportamiento es característico. Emite un sonido regular de dos notas: chif-chaf, chif-chaf. Al cabo de un rato nos abandona y emprende vuelo hacia otro sitio, quizás para acompañar a otros caminantes….

Hay muchas más cosas que se podrían contar y muchas más especies que podemos ver, pero creo que para despertar la curiosidad y no agobiar al personal es suficiente. He dejado unos enlaces debajo de las fotos para ampliar información, de forma más rigurosa y científica. También para los más interesados hay estupendas guías, incluso aplicaciones para móviles, como la Guía de Aves de España de SeoBirdlife, que es muy completa y gratuita.

Otro día hablaremos de las aves que están todo el año con nosotros. Espero que os guste.

Texto: Irene González Sánchez

Fotos: José Miguel Millán

Lagartera, Toledo, diciembre 2022

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